The Russian Campaign, Original 1974 Edition, the compass games de John Edwards es un hex & counter de corte clásico, que nos vuelve a traer al frente oriental. Con mecánicas sencillas pero bien implementadas podemos recrear la campaña que va de 22 de junio 1941, con la operación Barbarrossa, que ya pudimos jugar con el Barbarossa to Berlin de GMT, hasta 1945.
El juego con un conjunto de reglas realmente no muy extensas es capaz recrear de forma impresionante el frente del este en la II Guerra Mundial en su totalidad. Con reglas de blindados, aprovisionamiento, reglas de clima, apoyo aereo y artillero... en resumen un verdadero prodigio de sencillez pero con un rigor realmente encomiable.
Los componentes.
- Un tablero de cartón rígido de 30x39 pulgadas representando buena parte de la Unión Soviética europea y de centro Europa.
- Un libro de reglas
- Dos ordenes de batalla (uno para cada bando, indicando las fuerzas iniciales y refuerzos)
- Una plancha de fichas (384 de 5x8) representado las fuerzas de soviéticos y nazis y sus aliados (rumanos, fineses, italianos y españoles)
- Un mapa de ayuda para las colocaciones iniciales de los diferentes escenarios
- Dado de 6 caras
1. Turno de juego alemán. Siempre comienza el alemán, quien es el encargado de determinar el tiempo atmosférico.
1.1 Fase de movimiento del primer impulso alemán. El jugador alemán puede mover tantas unidades como desee dentro del alcance de movimiento de cada unidad
1.2 Fase de combate del primer impulso alemán. Se resuelven todas las batallas provocadas por el movimiento alemán
1.3 Fase de movimiento del segundo impulso alemán. Las unidades que no estén dentro de una zona de control enemiga podrán volver en este impulso, su factor de movimiento se ve reducido.
1.4 Fase de combate del segundo impulso alemán. Se resuelven todas las batallas provocadas por el segundo movimiento alemán.
1.5 Fin de turno alemán El jugador alemán coloca los marcadores de ferrocarril en la linea ferrea para mostrar las nuevas zonas controladas.
2. Turno del jugador soviético. El jugador soviético repite la misma secuencia que el jugador alemán.
Como en la mayoría de los wargames encontramos limites de apilamiento. El combate se resuelve como en cualquier buen wargame mediante tabla de combate, donde se suman los factores de las unidades. Tenemos controles de zona.
Destaca la norma de los ataques de victoria automática, que eliminan a las unidades enemigas sin usar la tabla y que son fundamentales para llevar a cabo la guerra relámpago.
Las condiciones de victoria son Moscú y Stalin para el jugador alemán y Berlín para el soviético, aunque cada año hay una serie de ciudades objetivo que permiten alcanzar la victoria súbita.
Además el juego incorpora una serie de reglas opcionales, como la de tiempo histórico, restricciones nacionales, artillería, poder aéreo soviético, etc...
Realmente si alguien me pide un wargame de iniciación creo que este es muy recomendable. Y aunque creo que igual esta un poco superado en algunos aspectos, hemos de tener en cuenta que es un juego de 1974 y mantiene buena parte de sus mecánicas vigentes y esto le convierte en un juego que los am,antes del wargame no pueden, al menos dejar de probar en una ocasión.